1a Div.Nacional Fem. Dos Hermanas-CNCA 05/06

Rabia contenida

 

El pasado sábado, CNCA visitaba a Dos Hermanas para un encuentro que de ‘familiar’ tuvo poco. Se trataba de la penúltima jornada y los puntos eran vitales para ambos clubs en pos de entrar en el grupo de 8 que disputan el ascenso. En nuestro caso, ni siquiera el empate era una opción, porque el golaverage general estaba muy decantado en favor de las andaluzas.

Dicho esto, el partido tuvo mucho que contar, pero uno no encuentra palabras para definir a la perfección lo vivido allí. Y aún menos las jugadoras, que no encontraban la fórmula para evitar las expulsiones y adaptarse a los criterios con los que se dirimían los lances de juego en cada zona. Por eso tiene un gran mérito que las alcorconeras parecieran abstraerse de todo ello durante 3/4 de partido, antes de que la impotencia hiciera mella.

El hecho es que CNCA cuajó un gran partido en todos los tiempos y solo al final se vio superado por los propios nervios de la tensión reinante y la frustración por algunas decisiones. Hasta entonces se vio a un equipo muy concentrado en su defensa en “M”, que poníamos en práctica por primera vez en toda la temporada y que falta por pulir. Se buscaba sorprender con constantes contras, aún a riesgo de dejar posiciones de tiro, algunas veces excesivamente claras. Al final del primer cuarto, un esperanzador 3-4 se iluminaba en el marcador. 

El ritmo era muy dinámico, sin tiempo a relajarse, y ya se intuía que el resultado iba a ser alto y ajustado. Y el segundo cuarto tampoco decepcionó, con un intercambio de goles que dejó las cosas como estaban. Así, llegamos al descanso con un gol de ventaja (6-7), pero la sensación de que si el ritmo de expulsiones continuaba con ese saldo amplio, la victoria iba a estar comprometida. Y no nos equivocábamos.

Ya teníamos una jugadora amenazada con la exclusión definitiva desde el inicio del segundo cuarto, y al final fueron hasta 4 las jugadoras que vieron la bandera roja y cayó hasta el míster, por doble amonestación.

Y todos esos malos presagios llegaron en una segunda parte que tuvo dos cuartos bien diferenciados. El tercero, con un CNCA espectacular, ajeno a lo que no podía controlar, y que llegó a lograr una renta de 3 goles, si bien se redujo a 2 justo antes de acabar. Y el último cuarto, donde se produjo el punto de inflexión, tras lograr nuevamente una renta de 3 con la que nos la prometíamos felices en la expedición alcorconera. Después de expulsiones, penaltis, contrafaltas, etc., en el momento decisivo, agravaron aún más el estado anímico de nuestras ya nerviosas jugadoras. 

Al final, con el marcador igualado a 14 y escasos segundos, se tuvo un desesperado último intento, metiendo a nuestra portera en doble boya. Pero no hubo opción de tirar y la pérdida del balón, que supuso una nueva expulsión (11-18), facilitó un lanzamiento del conjunto sevillano en el último segundo, a una portería vacía, que se estrelló contra el larguero, y que pudo haber significado un castigo aún mayor.

A pesar de esa ocasión, el empate lo celebró Dos Hermanas como una victoria, conscientes de que habían estado contra las cuerdas buena parte del partido y salvaron el match-ball a duras penas. En cambio, nuestras cabizbajas jugadoras no encontraban consuelo alguno en ese punto logrado. Su impotencia por no haber conseguido la victoria, era una triste imagen difícil de digerir. La clasificación prácticamente era una utopía, pero casi dolía más la rabia contenida tras un espectacular partido del que no había recibido el justo premio de la victoria. Tocaba un duro viaje de regreso a casa, para jugar a la mañana siguiente, sin apenas descanso, contra Waterpolo Mallorca, en el duelo final de esta primera fase. Pero esa ya es otra historia.