Lo mejor estuvo en la grada

Fue el del domingo un partido especial. Y no solo por ser un derbi contra Real Canoe, sino por ver, por primera vez desde que comenzara la pandemia hace más de un año, algo de público en la grada. Y eso que con las mascarillas y la distancia social estamos ‘oxidados’ en eso de ejercer de aficionados. Pero empezar a ver pequeños pasos hacia la antigua normalidad provoca un gran sentimiento de felicidad.

Felicidad que en lo deportivo se fue diluyendo como una aspirina durante el partido. Se confiaba que se pudiera poner fin a la racha negativa en esta segunda fase, ante un rival que venía ‘tocado’ tras perder con contundencia en su piscina del Pez Volador el día anterior. Horta, equipo al que superamos con claridad en la primera fase, nos había marcado el camino, pero esto es waterpolo y ésta una liga impredecible, y al final las expectativas no se cumplieron.

Y eso que el comienzo del Ciudad de Alcorcón fue esperanzador. Un arranque en el que los goles llegaron desde todas las posiciones, de todos los colores y hasta en ‘una de más’, asignatura pendiente. El Canoe parecía desconcertado ante ese juego coral en el que participaban todas las jugadoras del CNCA. Un fulgurante parcial de 3-0, solo empañado por las numerosas expulsiones (5 a 1), no tuvo del todo premio final al término del primer cuarto, acabando 4-2.

Era un resultado corto para los méritos de las alcorconeras, que perdieron la oportunidad de dejar el encuentro muy encaminado. Y lo notó cuando las visitantes se acercaron en el marcador y sintieron su aliento. Fue el momento en el que CNCA perdió la fluidez exhibida y, sobre todo, la confianza. Las chicas parecían atenazadas en ataque, y en defensa las expulsiones, algunas rigurosas, empezaron a hacer mella, dejando hasta tres jugadoras amenazadas con la eliminación. Resultado, un parcial de 2-4 que dejó en tablas el luminoso en su primera mitad (6-6).

A partir de ahí el encuentro fue otro. Las del Canoe, crecidas tras haber capeado el temporal, se fueron más convencidas a por el partido. Mientras, las de Alcorcón estaban más peleadas consigo mismas, buscando el modo de volver a la senda inicial y que no encontraban. Perdidas, iban viendo como sus rivales se alejaban en el marcador. El 7-9 del tercer cuarto cayó como una losa en los ánimos.

Llegados al último y definitivo periodo, no se vio al CNCA con la actitud que nos había acostumbrado esta temporada. Sin capacidad de reacción, lastrado con tres jugadoras eliminadas (que no sirva como excusa) y desquiciado con todo y con todos, se puede decir que tiró la toalla antes de tiempo. La derrota ya era irreversible (10-14) y sin paliativos.

Ahora toca levantarse, recuperar la confianza y afrontar los dos partidos que restan para cerrar la temporada ofreciendo la mejor versión. La cuarta posición aún es posible, aunque no será fácil, teniendo en cuenta que el próximo rival se jugará el ascenso directo a División de Honor, el Atlètic Barceloneta. Un rival de renombre para lo que será una fiesta del waterpolo… y esperamos que con público.

¡Vamos CNCA!