David asustó a Goliat 

 

Y llegó otro clásico, uno más, entre dos clubes que vienen manteniendo una dilatada y fuerte rivalidad en todas sus categorías y en el caso del femenino tal vez más. Los antecedentes ya los conocemos y, aunque no se quiera incidir en ellos, no hay que olvidarlos para entender en su justa medida los últimos derbis que hemos vivido. Esta temporada, un Canoe aún más fortalecido en lo que a recursos se refiere, volvía a visitar Santo Domingo para enfrentarse a un Alcorcón cada vez más mermado en lo deportivo por sus numerosas bajas a lo largo de estos últimos años.

 

Con esos condicionantes, no resulta difícil explicar la distancia en la clasificación entre el invicto Canoe, claro favorito al ascenso, y un modesto Alcorcón que tendrá que sufrir para entrar en el grupo de los 8 mejores. El papel de favorito era evidente quién lo ostentaba, pero en el club alfarero saben muy bien qué es eso de luchar contra los elementos, o de jugar a ser David contra Goliat. Y durante tres cuartos de este partido bien que lo demostraron nuestras jugadoras.

 

Empezaron las hostilidades bien pronto, estrellándose ambos equipos contra los brazos y postes que emergían como manglares tropicales, hasta que, mediado el cuarto, Canoe conseguía al fin inaugurar el marcador. Pero en pocos segundos Alcorcón puso la réplica con otro gol para acabar el parcial 1-1. Un empate provisional labrado, sobre todo, por la gran actuación en nuestra portería y secundada por la intensidad en defensa. Sin embargo, esa igualdad desaparecía, como viene siendo la tónica habitual, en el capítulo de expulsiones, notablemente decantado en nuestra contra (0-4).

 

El segundo cuarto vio como CNCA sorprendía al principio adelantándose en el marcador con otro gran gol, pero en cuestión de segundos igualaron. Y desde ahí hasta el descanso, el conjunto rival fue más efectivo, aprovechándose de alguno de sus ‘unos de mas’, que seguían incrementando esa diferencia (2-7), y del hecho de que las alcorconeras ya tenían a dos importantes jugadoras al borde de la exclusión definitiva, lo que obligaba a defender con más cautela. Dos nuevos goles visitantes dejaban el marcador en 2-4, aunque no borraba la sensación de que su aparente superioridad se había diluido en el agua. Probablemente CNCA estaba siendo el equipo que más resistencia había ofrecido al líder del grupo.

 

Y ya en el tercero, Alcorcón siguió con su objetivo de poner las cosas difíciles y en unos trepidantes minutos, se acercó repetidamente a un solo gol e incluso tuvo varias opciones de empatar. Pero llegó una de las temidas banderas rojas que nos amenazaban y, junto a otra baja por problemas físicos de una de nuestros mejores lanzadoras, terminaron por condicionar el resto de partido. Restaba todavía más de un cuarto y a base de orgullo se logró que CNCA siguiera increíblemente con ‘vida’ al finalizar el tercero. Tres brillantes goles que sirvieron para llevar el 5-7 al luminoso (3-3).

 

Pero ahí se fundieron nuestros plomos. Limitadas por las mencionadas bajas, las rotaciones no dieron para evitar las continuas contras y, en sólo tres minutos, Canoe rompió el partido con 4 goles que ya no tuvieron respuesta de unas cansadas jugadoras locales. Ya daba igual que se compensara con las postreras expulsiones visitantes (2 en los últimos segundos para acabar 8-10 al final), porque la diferencia ya era irreversible. El contundente parcial de 0-6 dejó el resultado final en un 5-13, totalmente engañoso por lo visto en la piscina.

 

Una derrota que en otra situación hubiera sido tremendamente dolorosa, pero que estaba asumida con relativa resignación, aunque por momentos el carácter de las nuestras nos hizo recordar tiempos muy felices no muy lejanos. 

 

Ahora toca una jornada de descanso, a la espera del intenso fin de semana en que, si los resultados no lo impiden, se jugarán todas las posibilidades de clasificarse, con dos partidos de alta tensión (Dos Hermanas y Mallorca respectivamente). No habría más opción que ganar ambos partidos para cumplir el objetivo y no queda otra que confiar en el buen hacer y que la suerte, muy esquiva esta temporada, nos sonría por una vez. Y es que la calidad de nuestras jóvenes jugadoras bien lo merece.